¿Quieres cumplirlos?
Que no queden en propósito, hazlos realidad aquí te digo como.
Ya está aquí el veinte, veinte… un año con 365 días de promesas para quien tenga el secreto de lograr sus propósitos.
Lo primero es tener el compromiso con nosotros de querer alcanzarlo. Si sólo lo pediste por completar las uvas, ya no sigas leyendo esto no es para ti.
Si cada año realizas propósitos y solamente se quedan sin cumplir porque aunque lo deseas no sabes como lograrlo entonces te aconsejo que sigas leyendo.
Lo que leerás es el resultado estrategias que realizo en mis asesorías y talleres de cambios de hábitos y de superación como “El Viaje de la Vida”. Con estas puedo platicarte de personas que salieron de deudas, y actualmente tienen el hábito de ahorrar, con las ventajas de tener un patrimonio; lo que les permite poder viajar o tomar las vacaciones deseadas (lo que también es un propósito muy común); y así puedo sumar logros que he visto como comprar un coche, cambiar de casa, un mejor empleo, un negocio propio, comprar un caballo, dejar hábitos negativos, cambiar de actitud ante la vida, ser mejor persona, mejorar su vida social, tener más amigos, refrescar una relación o encontrar a una pareja con la que compartir la vida, realizar actividades altruistas, llegando a temas como bajar de peso, dejar de fumar, tomar.
Todos son alcanzables, si lo quieres en lo más profundo de tu ser.
Primero visualízate logrando ese propósito, ¿Cómo te imaginas? ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te ven los demás cuando lo logras? ¿Qué pasa en tu vida cuando alcanzas tu meta?
Supongamos que deseamos bajar de peso. Ponte en un lugar cómodo, donde no te vayan a molestar o distraer, cierra los ojos, respira profundamente y visualízate ante el espejo viendo tu cuerpo con esos kilos menos, imagina la ropa que usarías, que comentarios generaría este cambio en los demás sobre ti, imagina los beneficios en tu salud por este cambio, siente tu autoestima viviendo esta nueva realidad. ¿Te gusta lo que ves en tu imaginación? ¿Cómo te sientes? ¿Te es grato? ¿Te hace sentir feliz? Si algo no te gusto repite el ejercicio e identifícalo que es, igual realmente no deseas el cambio. Si tus sensaciones son buenas, positivas y de felicidad vamos bien, podemos dar el siguiente paso.
Con ese sentimiento de felicidad, positivo revisa tu propósito honestamente, y desde el punto de tu realidad que hay que hacer para lograrlo.
Supongamos que deseo un coche rojo deportivo, ya me visualicé y si es lo que quiero. Debo de saber cuanto cuesta el coche, nuevo o usado, formas de pago, etc. Sabiendo esto revisemos nuestras finanzas, para saber cual es la estrategia de ahorro que me permitirá juntar para comprarlo o para pagar las mensualidades. Si tu realidad actual no te lo permite ahora, no te desanimes, que es lo que tienes que hacer para lograrlo y enfócate en eso, claro que, sin dejar de tener los pies en el piso, porque de lo contrario te causara frustración y lo dejaras en el olvido hasta el próximo fin de año.
Los propósitos son para alcanzarlos durante el año, no esperes con un mes de gimnasio tener el cuerpo que visualizaste. Necesitas trabajo y esfuerzo lograr cualquiera de tus propósitos. Los propósitos son normalmente cosas que no hacemos todos los días o logramos fácilmente. Recuerda que los hábitos no se cambian de la noche a la mañana, no es cuestión de magia lo que hace que sucedan, tienes que dedicarles tiempo y atención.
Respeta tu estrategia, tiempos, calendario y cualquier detalle que hayas definido como una necesidad para lograrlo. Si te haces una rutina de ejercicio, respeta los días de trabajo y los de descanso, no los cambies; si es un plan de ahorro mantén el monto que debes guardar, no lo separes al final del mes o la quincena, hazlo cuando te llegue tu dinero; si es bajar de peso no te des permisos que no debes, olvida ese pastel que sabes ya no puedes comer por lo que comiste en el día; si decidiste dejar de tomar, no te des permisos por ser una fiesta, un partido de la selección, etc. Así con lo que corresponda a cada propósito.
Busca aliados que puedan ayudarte, alguien que ya logro lo que tú quieres, o mejor aun busca un profesional en el área que estas buscando mejorar, para bajar de peso puede no ser solo ejercicio, tal vez se necesita una dieta, pero estar inventando o probando dietas que a otro le funciono no es garantía y si un riesgo. Por lo que anímate a invertir en ese propósito. He visto muchas personas que desean bajar de peso, pueden pagar miles de pesos en un gimnasio, pero son incapaces de invertir quinientos u ochocientos pesos en visitar una bariatra o un nutriólogo que les dara la dieta adecuada para ellos y su meta; pero eso si, hacen todas las dietas que encuentran en Internet o sus amigas les dicen, y te aseguro que antes que termine el año ya tienen problemas de salud. También me a tocado ver personas que en el gimnasio siguen las instrucciones precisas del entrenador, con todo el dolor y sufrimiento que esto pueda generarle, pero afuera se olvidan de las indicaciones que el especialista en nutrición le dio.
Que tus propósitos no te lleven a vivir o tomar riesgos innecesarios, como tu salud o tus finanzas. Hay muchas personas que creen que pagar un gimnasio con mensualidades altas, comprar la bicicleta más cara, y decisiones similares les darán mejores resultados o más rápido. También están quienes ofrecen soluciones mágicas, milagrosas o instantáneas, tampoco son ciertas y solo buscan tu dinero. Tampoco te endrogues en créditos o pagos con tarjetas de crédito sin un plan o estrategia, ya que si bien esto te permitir tener el coche o ir al viaje de tu propósito, seguramente se volverá un pesadilla en los restantes meses del año y a veces de varios años, sólo por no medir bien nuestra realidad.
¡Recapitulemos!
- Visualízate.
- Aterrízalo llévalo a tu realidad.
- Haz un plan para alcanzarlo a lo largo del año o por lo menos en varios meses.
- Respeta tu plan o estrategia, se le fiel. Y no lo cambies, aunque ya tengas algunos logros.
- Busca aliados que te puedan ayudar en tu meta, expertos en financieros o de negocios, coachs, terapeutas, nutriólogos, un agente de viajes y cualquier otra persona del campo que requieres, este puede ser el dinero mejor invertido.
- No gastes o te endeudes por lograr tus propósitos si no tienes una estrategia o plan real.
- No creas en remedio mágicos, milagrosos o instantáneos.