Las condiciones actuales causadas por el CoViD-19 han generado cambios importantes en diversos escenarios de la vida diaria en México. Entre ellos la cuarentena, el cierre de los negocios, la perdida de trabajo o disminución de los ingresos y la crisis financiera a la que nos enfrentaremos en el futuro cercano causan mucha incertidumbre.
Por lo anterior debemos considerar que este cambio está causando alteraciones en las personas. Ya que, si bien muchas personas están logrando superar esto con trabajo en casa, donde tiene un buen ambiente familiar y de convivencia. En muchos casos la falta de trabajo e ingresos, la tensión porque miembros de la familia tienen que salir todos los días y el riesgo que eso implica, la convivencia no siempre sana o adecuada entre las personas que están cumpliendo la cuarentena, el bombardeo de noticias a la que a mayoría se esta exponiendo, hace que muchas personas presente como resultado ansiedad, miedo, depresión, agresividad y violencia.
En México se vive un escenario nuevo, si bien es cierto que ya desde antes de la pandemia vivíamos episodios de violencia e inseguridad. El nuevo escenario que presenta la pandemia con disminución de las fuentes de trabajo, un aumento de los desempleados, y la nueva ley de amnistía en la que “El robo simple y sin violencia será perdonado cuando la pena sea menor a 4 años” entre otros apartados, hace esperar un incremento en los actos delictivos.
La pandemia hace que las instancias en cargadas de prestar seguridad tengan que diversificar en sus actividades, disminuyendo en muchos casos la vigilancia y patrullaje que normalmente realizaban. En cuanto a las organismos que imparten justicia también están viendo afectada su función, encontrando casos en lo que no están funcionando o lo hace con poco personal lo que hace que los procesos sean lentos y complicados.
La cuarentena hace que las personas estén en sus casas, por lo que es obvio que negocios, empresas, oficinas, y otros espacios productivos se encuentran cerrados y de alguna manera desprotegidos al no contar con vigilancia particular.
Por otro lado, la actividad de las personas en cuarentena está siendo muy marcada, y fácil de intuir y seguir, al salir de sus casas para las cosas básicas. Lo que también los expone al conocerse rutinas, rutas y actividades establecidas por la cuarentena.
La distracción general de la sociedad ante la pandemia hace que se pierda mucha de esta grave problemática, la que consideramos se incrementara aun más ante la crisis financiera que se vivirá aun terminando la cuarentena.
Si bien creemos que seguirán delitos que ya se venían presentando, vemos un incremento en algunos de ellos, así como algunos nuevos.
El chantaje, extorsión, violencia intrafamiliar, homicidios y feminicidios, robo a automovilistas, robo después de retiro de dinero, secuestros exprés para retiro de dinero en cajeros, robos a negocios abiertos, robo y saqueo de negocios cerrados, el robo hormiga, y robos o abuso de confianza de personas que laboran con nosotros y su situación familiar ha cambiado.
RECOMENDACIONES:
Incrementar las medidas de seguridad en casa, así como en los negocios que sigan operando.
Por cuestiones de seguridad ante el CoViD-19, muchas personas están saliendo solas, para realizar las actividades esenciales lo que es aprovechado por delincuentes para fingir accidentes leves, llantas ponchadas, o similares para llamar la atención y hacer que la persona se detenga y baje del vehículo.
Cuidar mucho la movilidad al ir a bancos y tiendas, evitar rutinas y rutas que nos expongan, sea en vehículo o caminando.
Para los negocios cerrados, instalación de cámaras y contratar vigilancia privada.
Mejorar los control en los accesos a las empresas y conjuntos residenciales, y de todas maneras no confiarse de que ya pasaron por ellos.
Instalar cámaras, detectores de movimiento y sistemas de prevención.
No atender llamadas, mensajes, correos, ni por cualquier otro medio, chantajes, extorsiones o similares. Colgar, borrar, bloquear lo que corresponda según el medio el contacto ante cualquier contacto de este tipo.
Por la misma situación social la irritabilidad y falta de paciencia será común en muchas personas. Comportarnos siempre con cortesía, excesiva si se puede, evitando cualquier acto de violencia o agresión que se pueda presentar. De igual forma no involucrarnos en los de terceros.
No atender pedidos a domicilio en los que se vea más de una persona haciendo la entrega. Ante la duda no abrir, si lo puede hacer mejor, realizar el pedido por teléfono y pasar a recogerlo.
Coordinarnos con familiares o vecinos para incrementar nuestra seguridad en la recepción de pedidos, meter o sacar vehículos de garajes.
Es difícil pensar en todas las posibilidades mencionamos lo más relevantes. Esperando que sirva de referencia y ejemplo para las personas.