¿Dañarías a cien personas para ayudar a una?
Yo no, pero parece que hay muchas organizaciones de la sociedad civil que por obtener recursos o posicionarse lo consideran una opción o lo practican. Tristemente en algunos casos ni siquiera son capaces de darse cuenta de lo que hacen, en su afán de presentar lo que consideran una buena idea.
La falta de un liderazgo ético en muchas organizaciones, fundaciones y asociaciones está causando afectación al bien social por obtener presencia o beneficios económicos.
Llevamos años combatiendo la mala alimentación, la desnutrición, la obesidad, diabetes, en algún caso se menciona hasta cáncer, que ciertos alimentos causan debido a los productos químicos que incluyen en la elaboración de estos productos.
Organismos internacionales, gobiernos y asociaciones han realizado esfuerzos y gastos importantes por años en campañas y proyectos para disminuir o eliminar el consumo de estos productos “chatarra” de las dietas de las personas, principalmente los niños.
Pero hoy nos encontramos con fundaciones y asociaciones que promocionan el consumo de estos productos para obtener recursos económicos que les permitan realizar su objeto social, con lo que justifican su actuar. Por otro lado, encontramos empresas que promueven sus productos “chatarras” con campañas publicitarias y en redes sociales presentándose como empresas socialmente responsables porque parte de las ganancias de sus productos irán a proyectos de sociales.
Es incongruente que una entidad socialmente responsable y más su órgano rector y la persona que dirige acepte este juego. Es la falta de un liderazgo ético el que causa que estas entidades caigan en esto, ya que las personas que toman las decisiones no son capaces de ver el daño que causan con su campaña y estos productos por enfocarse sólo en lo que recibirán, o tal vez peor, lo ven y justifican como un daño colateral aceptable para seguir cumpliendo sus metas. Casualmente este tipo de eventos se presenta en los reportes anuales como grandes logros; claro que esto es por como lo presentan, no por lo que realmente es.
Una cosa es decir que en la campaña con tal empresa se recaudaron $100,000.00 pesos que sirvieron para beneficiar a 25 personas en educación, salud u otro campo.
Que decir que para beneficiar a 25 personas en educación o salud, con $100,000.00 pesos de tal campaña se afectaron a más de 15,000 personas en su salud por hacerlos consumir un producto dañino.
Es importante de verdad que cuando nos veamos ante estas campañas no las apoyemos, no la compartamos, sólo así los socios, consejos y patronatos entenderán que sus directores no están a la altura del reto y no están actuando con ética.
Creo que es importante pensar y actuar en congruencia si realmente queremos un cambio en nuestra sociedad y el futuro de las nuevas generaciones. Apoyar causa social tiene que ser hoy en día una decisión inteligente.