¿Conoces la dulzura de los edulcorantes?
En la actualidad en el mercado hay una variedad muy variada de edulcorantes. Esto se debe al gran crecimiento que ha tenido este sector, ya que, aunque llegaron al público hace unas décadas, en los últimos años fue cuando su crecimiento fue exponencial al ponerse de moda. Este boom se debe a dos situaciones una la publicidad engañosa de algunas de las marcas que producen estos productos y la idea generalizada en las personas que el consumo de estos productos además de ser sanos ayuda en el control de peso.
Lo que las personas no consideran es que algunos de estos productos pueden causar problemas a la salud. Un ejemplo es que en los últimos años hubo un incremento importante en personas que mostraban intolerancia a la lactosa y gluten entre otros. Personas que en años previos de su vida no habían tenido este problema, pero repentinamente empezaron a mostrarlo. Debido esto universidades y científicos realizaron estudios basados en la información de médicos, nutriólogos y baríatras. Lo que encontraron sorprendió a muchos, y fue que el consumo de algunos edulcorantes cambia el pH del intestino, haciendo de este un espacio inhabitable para las bacterias que se encargan de la digestión de esos alimentos. Este es un ejemplo sencillo y de momento sin mayores consecuencias, ya que existen dos soluciones, dejar de consumir el edulcorante en cuestión y recuperar la flora intestinal que realiza esta digestión, o seguir con el consumo del edulcorante y evitar los productos a los que la persona se hizo intolerante.
El problema es más grave cuando revisamos los daños que algunas de las sustancias que tienen estos productos causan, e indican riesgos importantes para la salud. Algunos de estos son:
Ácido aspártico. – No hay estudios reales y serios que muestren que su consumo sea seguro, y si hay riesgo de que pueda causar tumores cancerígenos.
Alta fructosa. – Este producto esta relacionado con la epidemia de obesidad de nuestra sociedad actual según resultado de un estudio realizado por la Universidad de Princeton, aumenta la grasa corporal, el colesterol, los triglicéridos y los infartos, principalmente entre las mujeres. Entre otros.
Aspartame. – Este aumenta el riesgo de tumores.
Fenilalanina. – Causa problemas a la vista, cansancios y dolores de cabeza como la migraña.
Metanol. – Es un agente cancerígeno, además de que hay pruebas de que la intoxicación por metanol puede causar la muerte.
Sucralosa. – Genera problemas digestivos, diarreas y malestares o dolores de cabeza.
Por otro lado, tenemos productos como la Stevia, actualmente de moda debido a que las personas lo consideran natural, pero que en dosis mayores de 4 mg/kg. puede causar problemas, además de que se ha demostrado que su consumo se contrapone con medicamentos para la diabetes y la hipertensión. Además de algunos problemas digestivos menores.
Cada persona es libre de consumir la sustancia que considera más apta o le guste, pero creo que es importante que tengamos la cultura de investigar que consumimos y sus riesgos, sobre todo si el consumo de estos productos termina siendo imitado por nuestros hijos, a los que tal vez pueda representarles un daño mayor.
El asunto no es dejar de consumir azúcares, sino elegir los más sanos y consumirlos en cantidades adecuadas, evitando los excesos. Recordemos algunas opciones naturales para endulzar alimentos y que son sanas como: la miel, azúcar morena y mascabado, piloncillo y néctar o azúcar de coco.
Es importante recordar que la promoción y anuncios de productos que son dañinos siempre buscarán minimizar el daño o negarlo, como en su momento pasó con los cigarrillos, temática que genero la película “The Insider“, Por lo que tú decisión para seguir consumiendo o no un producto de estos no debería basarse en la publicidad que una empresa hace para mantener sus ventas y en consecuencia sus ingresos. Tu salud y la de los tuyos siempre será más importante. Tampoco decididas lo que harás por estas líneas que comparto, pero si infórmate sobre estos productos, sus riesgos y usos adecuados. Pero recuerda que en muchos casos se indica que es seguro su consumo pero consumiendo solamente cierta cantidad; mismas que ya en los alimentos y bebidas se sobrepasan considerablemente, y que en muchos casos te dirán lo bueno del producto, no lo nocivo o peligroso..