¿Quién me robo los frijoles?
Me duele México por lo que estamos viviendo… Me duele ver a nuestros hermanos sufriendo afectados por lluvias, huracanes o sismos. Pero tengo la certeza que como en otras ocasiones sumaremos para ayudar y salir adelante.
Llevo años… más de 35 en esto y decir que las personas que están trabajando en centros de acopio, cargando, transportando, y entregando la ayuda son rateros es una afrenta en estos momentos contra todos. Veo la entrega de personas de todas las edades, géneros, clase sociales trabajando hombro con hombro haciendo esfuerzos para cargar caja y costales, para acomodar los productos en cajas, muchos de ellos trabajo que significa un gran esfuerzo sólo con la idea de ayudar a nuestros hermanos en desgracia.
Pero lo que más me duele hoy es que desde ayer he estado viendo y recibiendo mensaje de que para entregar y dar ayuda y estar seguros de que esta llegara tiene que ser con personas o asociaciones específicas. Es triste, hasta el punto del enojo ver que hay personas que usen esto para posicionarse, promocionarse y venderse.
Voy a un centro de acopio. Veo a una persona que saluda con una sonrisa y recibe a un donador preguntando que lleva, este entrega una bolsa de frijol, quien recibe da las gracias al tiempo que lo entrega a un niño que grita “¿frijoles?”, se oye una voz en algún punto del local que dice “aquí”; el niño con la misma disposición va y lo entrega. Ahí un grupo de jóvenes separan los frijoles por tipo, al tiempo que van llenando cajas, las que sellan, marcan y le pone “Animo hermanos estamos con ustedes” y la estiban.
Llega un camión, alguien grita “a cargar”, de la nada aparecen personas de todos tipo, forman una línea y empiezan a cargar después de una hora por fin nuestra caja de frijoles avanza por una la línea de viejos, jóvenes, mujeres, hombre, pudientes y no pudientes, unos con más esfuerzo, otros con menos van haciendo que la caja avance por la línea; por fin llega a la caja del tráiler donde otro grupo de personas la estiba siguiendo las instrucciones del responsable para que la carga llegue en buen estado. Después de otra hora más finalmente se cierran las puertas del vehículo, los voluntarios ponen una manta que dice “AYUDA PARA NUESTROS HERMANOS”. El chofer con una sonrisa a pesar del largo y pesado viaje que le queda por delante se monta en la cabina. Él sabe lo valioso de la carga, no es el valor económico, es un valor mayor, es el valor de la ayuda, de hermanos para hermanos, con esto en mente empieza el camino que será de más de un día.
El transporte recorrerá kilómetros de carretera, pasara casetas las cuales en apoyo al desastre no pagara, sólo tomarán sus datos, será visible para miles personas que viajan por las mismas vías, algunos de los cuales al ver la manta lo saludaran. En algún punto el conductor se detiene para cargar combustible y comprar un café. La humedad y la noche traen el frío. Un cliente en la tienda mientras se prepara su café le hace platica al chofer por la manta que vio en el camión estacionado afuera, y termina invitándole un café, es su forma de apoyar. Finalmente, después de horas de camino llega a su destino, donde militares y voluntarios descargan el tráiler y ponen la ayuda en camiones y camionetas que la llevaran a las comunidades afectadas, y así más o menos el recorrido llegara hasta el punto de que alguien entregara La Bolsa de frijol a unas manos que se quedaron sin nada.
¿Alguien me puede decir en esta situación quien roba? ¿Quién deja horas de trabajo en un centro de acopio para robar una bolsa de frijoles de 25 pesos?
Desacreditar a estas personas que se vuelcan en ayudar sin esperar nada, tal vez hasta con un costo por tener que pagar una comida fuera de casa, o el transporte al centro de acopio lo que seguro a muchas personas en este país les implicara un sacrificio posterior para terminar el mes. Una persona que sabe que cargar y empacar todo el día le implicara al día siguiente dolores musculares por no estar acostumbrado a esta actividad.
Si la sociedad tiene que entrar a apoyar a las instituciones a los 3 niveles de gobierno, al ejército y la marina, porque la situación los rebasa.
¿No creen que es soberbia decir que unas cuantas personas o asociación son los que pueden garantizar que la ayuda si llegara a quien la necesita?
Para mí esto es una forma de traición. Traición a México, a los mexicanos.
No soy de malas palabras, pero en este caso sólo me queda decir de verdad…
“QUE POCA MADRE.”
Disculpen si la redacción hoy tiene errores, porque tal vez por el enojo no lo pude hacer como en otras ocasiones….